A mis compañeros de trabajo, que son de lo más animado, les tengo que agradecer una noche divertida hasta el último segundo.
Empecé la tarde/noche con una mini-gincana por el centro de Vitoria. Menos mal que no me encontré con nadie conocido, porque... ¡el ridículo hice durante un rato!.
Primero tuve que recoger un PATINETE en un estanco y montada en él tuve que ir a una tienda de ropa de adolescentes, dónde en el probador tenía esperándome un glamuroso atuendo (es decir, todo lo más cutre que habían encontrado en el 'chino').
Superé mi vergüenza para salir a la calle de esa guisa, pero lo de ir montada en patinete, no lo tenía yo tan claro como el resto de mis compis que me estaban vigilando y me llamaban por teléfono cada 5 minutos con número oculto y voz de negrito nigeriano "Tú no montar en patinete. Yo verte. Tú ahora montar patinete y agarrar dos manos..." Ja, ja...
De ahí a casa de uno de los chicos, dónde terminarón de ponerme bella con unos rulos en la cabeza, uñas postizas y un plumero, que durante la noche, todo hay que decirlo, me dio mucho juego. ¡La pastillaaaa, dadme la pastilla...! La verdad es que miedo no daba, pero extravagante iba un rato.
Menos mal que por la mañana me habian regalado un vale "special beauty" para recuperarme de esta dura noche, que mejor no cuento en detalle para no aburrir. ;-))
¡¡¡ Muchas gracias chic@s !!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario